Biomimética, la naturaleza como fuente creativa.
En un mundo donde la innovación y la originalidad son el motor principal de la economía creativa, la naturaleza aparece como una fuente inagotable de inspiración.
Desde los inicios de la humanidad, la naturaleza ha sido una musa para artistas y científicos, como Leonardo da Vinci o Antoni Gaudi.
La Biomimética es un término que tal vez suena más a laboratorio científico que a algo relacionado a la Industria Creativa, pero lo cierto es que esta técnica está revolucionando la manera en que l_s creativ_s encontramos soluciones a problemas a través del estudio y la imitación de modelos, sistemas y elementos de la naturaleza.
El término Biomimética nació en 1997 gracias a Janine Benyus y su libro titulado igual que la técnica. La idea central es que la naturaleza ya ha resuelto muchos de los problemas que los humanos nos esforzamos en resolver. Los animales, las plantas y los microbios llevan más tiempo que nosotr_s dándole vueltas a las cosas.
La naturaleza nos ofrece un sinnúmero de soluciones e ideas en momentos de atascos creativos y la aplicación de la biomimética puede ir desde el ámbito de la robótica hasta la creación de sistemas para organizar empresas, hacer campañas, etc.
De manera general basta con observar cómo funciona el mundo exterior y hacerte preguntas tipo:
Y al responderlas te darás cuenta de que la biomimética da respuestas a asuntos relacionados con la creatividad, la ingeniería, el arte y el mundo en general.
Observando, entendiendo y aplicando las tácticas de la naturaleza, podemos crear una base fuerte para que las ideas generen mayor de impacto.
Esta técnica de pensamiento biomimético se compone de cuatro pasos fundamentales que te contamos hoy:
1. Observación Detallada.
El primer paso va de sumergirse en el estudio de la naturaleza y prestar atención a sus patrones, estructuras y mecanismos.
Por ejemplo, observar cómo las plantas se adaptan a distintos entornos puede darnos insights sobre flexibilidad y resiliencia.
Se trata de mirar más allá de lo superficial, entendiendo las funciones y estrategias que permiten a los seres vivos desarrollarse en sus hábitats.
Consejo: Organiza salidas al aire libre o sesiones para ver documentales sobre la naturaleza. Toma notas o fotografías de patrones o comportamientos que llamen tu atención.
2. Abstracción y Aplicación.
Una vez recolectada la información, el siguiente paso es la abstracción. Identifica los principios fundamentales detrás de las observaciones.
Por ejemplo, la forma en que los pájaros vuelan en formación podría ayudarte a armar estrategias de trabajo en equipo.
Consejo: Realiza sesiones de brainstorming para entender el fundamento de estos ejemplos naturales. El objetivo es traducir las tácticas de supervivencia o adaptación de la naturaleza a estrategias creativas.
3. Experimentación Creativa.
Aquí se pone a prueba la aplicación de la observación biomimética en proyectos creativos.
La experimentación debe ser un proceso de prueba y error, donde se evalúa la coherencia de los conceptos que tomaste de la naturaleza y su eficacia para resolver el problema que tengas enfrente.
Consejo: Lanza pequeños prototipos de prueba o presenta tus ideas en focus groups para ver cómo reacciona la gente. Utiliza los comentarios recibidos para refinar tus ideas. Recuerda que la naturaleza evoluciona constantemente, y tu enfoque también debe estar dispuesto a adaptarse y mejorar.
4. Evaluación y Ajustes.
El último paso es evaluar los resultados de las ideas implementadas.
Se analiza cómo las soluciones planteadas responden al problema inicial y basándose en esta retroalimentación, se refinan las ideas, ajustándolas y haciéndolas mejores para futuros proyectos.
Consejo: Analiza los resultados no solo en términos de éxito o fracaso, sino buscando patrones y tendencias que te permitan obtener muchas más soluciones a la inicial.
En el mundo de las ideas la biomimética aparece como una fuente de inspiración enorme. Esta técnica es un enlace entre la sabiduría de la naturaleza y nuestra creatividad.
Adoptar la biomimética no sólo cambia nuestra manera de crear, sino también nuestra relación con el entorno.
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